Porque cuando de verdad sabes qué deseas, no lo puedes alcanzar. Entonces todo deja de tener sentido. Ya nada importa.
Continúas tu vida como si algo fuera a cambiar, como si las posibilidades fueran a aumentar, teniendo en cuenta y partiendo de la experiencia tangible de la imposibilidad de poseer sus labios, su piel.
Si continuar nadando hacia tierra firme te traslada al mundo de los sueños, déjate llevar. Si las arenas movedizas absorben tu mente, no intentes huir.
Cogería el primer vuelo que pasará por el aeropuerto de mi imaginación para encontrarme conmigo.
El "para siempre" se transformó en un "adiós". El "lo siento" fue precedido de un signo de interrogación.
Sólo queda gritar. Lástima que haya tanto silencio.
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