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martes, 5 de junio de 2012

Vacío es sinónimo de dolor

Ya no creo en el amor. Me ha vuelto a pasar pero esta vez es la definitiva.
No es la primera vez que me ocurre y seguramente no sea la última porque la vida es una mierda puesta en bucle.

Creía haber engañado a la soledad, creía haberlo sentido todo. Pero como vino, se fue: de repente.

Adoro decir adiós y huir pero quizá esta vez fueron los demás los que se despidieron demasiado tarde, justo en el momento en el que yo iba a tomar impulso para escapar del dolor.

No quiero más, no quiero.

sábado, 2 de junio de 2012

Fin de la función

En un instante, me reuniría contigo. Caería junto a ti a la fosa de los desgraciados que desaparecen antes de tiempo. El momento más especial llegaría cuando lograra abrazarte y tocarte de nuevo.

No lo puedo soportar y los espectadores se cansaron de la función. Y yo, te echo de menos y leo tu carta.

Te quiero y tú ya no estás.


viernes, 1 de junio de 2012

Sueños

Cuando era pequeñita, soñaba con ser escritora.
Hoy escuché que "un escritor, nunca escribe sobre uno mismo".

27

Me quemaré en mi infierno una vez más a la vez que traslado las sensaciones al ámbito del tan raído sufrimiento.

Aporto una lágrima a este mar de tempestad y consigo recordar dónde quedó la playa y aquella orilla donde mi toalla espera secar lo que nadie quiso probar.

Escribí sobre la nada, sobre desamor, sobre miradas falsas, sobre tristeza y soledad... Y ahora, ¿qué? ¿cuál es mi temática?

La inspiración no marchó, jamás estuvo ahí. La vida no inspira, machaca.

Recuerdo ese rifle, cómo el gatillo era golpeado y la explosión de sangre recorriendo un cuerpo que iba perdiendo la conciencia como su mente se evaporaba. Jamás lo he vivido, pero supongo que sé lo que es sentirse fuera de lugar, pese a que el mundo propio aparente ser perfecto.

Él soportó las miradas, él supo ser crítico con la sociedad. No fue crucificado, él mismo se entrego a la muerte.

La temática: las raíces de aquello que uno escribe, lo que se oculta tras ese momento en el que tu corazón decide abrirse a un extraño: uno mismo.

No queda nada de lo que fue. El momento del fin se acercó y aterrorizó a aquellos que se encontraban admirando el instante que comprendieron como inicio.

Mucho y nada.

Regresé a la guarida de la soledad y, desde aquí, el mundo es tan pequeño que me resulta insignificante. Un instante, uno, sólo uno más para romper la cuerda que me une con la realidad.

Manchar de tinta invisible espacios interactivos que no soportan tanta irrealidad.

¿Y si mañana despierto y el sueño en realidad era una triste premonición? ¿Y si se puede evitar caer?

Me pellizco, presiono "Esc" y no funciona.

La realidad, esto es lo real, esto es vivir.

Dulce

Escribir y saber que jamás podrá leer mis palabras. Sentir que sólo estuvo una vez y nunca más volverá. Que sus sentimientos eran tan fuertes, tan puros, tan bonitos y a la vez dolosos y que decidió plasmarlos en un lugar desconocido.

Ella decidió amar. Sufrir y luchar. Sonreír y vivir.

Ella era preciosa, perfecta. Era dulce y transmitía increíbles sensaciones.

Pero ella se marchó. Se la llevaron. Nadie sabe a donde, nadie puede confirmar.

Ahora desde aquí, un día más, saboreo tu ausencia y recreo tu sonrisa en mi mente. Admiro las fotos. Pienso en lo estúpida que fui.

Ahora sólo puedo escribir un "te quiero" que jamás leerás.